Hola una vez más y bienvenidos al blog de Japolino, en el que nunca os faltarán los neutrinos de todos los sabores.
Esta vez os voy a hablar sobre un interesante festival que visité en la cercana Kamakura. Esta vieja ciudad, en la que se respira la tradición japonesa en cada una de sus calles, fue capital de Japón entre 1185 y 1333. Todavía conserva algunos impresionantes templos, así como su famoso Daibutsu, el Buda gigante de Kamakura, el segundo más grande de Japón.
Todos los años, entre el segundo y tercer domingo de abril, se celebran las principales fiestas de la ciudad. Tras los comentarios de Martin (mi jefe, para más señas) sobre lo espectacular del festival, el pasado domingo 12 no pude evitar acercarme para disfrutar de un interesante día. Con la compañía de Melina, una astrofísica argentina que está visitando la Universidad de Tokyo por algo más de un mes, llegué justo a tiempo para ver el gran desfile con lo mejor de Kamakura.
Uno tras otro, los diferentes grupos pasaban por delante nuestro, por la calle principal de Kamakura hacia el gran Santuario de Tsurugaoka Hachiman-gu (el cual visitamos posteriormente). Cantando y bailando, vimos escuelas y otras asociaciones locales, celebrando la festividad de Kamakura.
Especialmente interesante fue el desfile de los "minitemplos". Esta tradición, que por lo visto también es frecuente en otras ciudades, consiste en transportar, al más puro estilo "semanasanterosevillano", unos pequeños templos hasta el gran santuario. Los jóvenes llevan sobre sus hombros el adorado objeto, mientras cantan y avanzan haciéndolo subir y bajar. En cuanto averigüe el significado de esta tradición os la contaré.
Tras el desfile y una suculenta comida basada en un manjar conocido como "tempura", nos dirigimos a ver al Daibutsu. Lamento no tener fotos de dicha visita al Gran Buda. Tanto Melina como yo, malos previsores, olvidamos cargar la batería de nuestras cámaras. Os copio/pego un fragmento extraído de Wikipedia: En el siglo XV un tsunami destruyó un templo que contenía la estatua del Gran Buda de Kamakura pero la estatua sobrevivió y ha estado en la intemperie desde esa fecha, soportando terremotos y otros fenómenos meteorológicos. Actualmente está reforzado en sus cimientos por absorbedores de vibración.
Os puedo asegurar que así es. De hecho, tuvimos la oportunidad de entrar dentro y ver la estructura interna de la gran estatua de bronce. Impresionante su tamaño. Seguro que podéis encontrar cientos de fotos en la red.
Y finalmente, antes de volver, un vistazo a otra de las atracciones de Kamakura... ¡su playa! Pese a estar en una isla todavía no había visto agua salada desde que estoy aquí.
Como siempre, aquí están las fotos:
¡Hasta la próxima!
miércoles, 6 de mayo de 2009
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